El siguiente test (llamado test de Campbell) sirve para determinar la tendencia general innata del carácter de un cachorro. Debe efectuarse lo más pronto posible, ya que a partir de los 2 o 3 meses de edad los resultados se verán influidos por el entorno, el trato recibido, y otras influencias externas, y los resultados serán menos de fiar.
Si es posible, el test ha de realizarlo alguna persona que el perro no haya visto nunca antes. Lo ideal es que lo realice el futuro propietario. Se han de efectuar las cinco pruebas, y anotar la letra correspondiente a la reacción del perro.
El carácter innato que se determina mediante el test puede modificarse posteriormente, aunque solo en parte, mediante el trato y educación que reciba. Si es necesario puede hacerse que el perro reciba un adiestramiento específico para corregir cualquier problema. En cualquier caso, si se puede escoger, lo mejor es pasar el test a varios cachorros y escoger el que a priori tiene un carácter más adecuado al tipo de vida que se pretende que lleve.
Se coloca al cachorro en el centro de una habitación, y agachandose, se alarga la mano hacia él. Si hace falta se llama su atención con palabras suaves, pero no con ordenes ("ven") ni usando su nombre, si ya lo ha aprendido.
Colocarle cerca, levantarse y alejarse unos pasos andando con tranquilidad, vigilando su reacción.
Tumbar al cachorro sobre su espalda, patas en alto, y sujetarle con una mano en el vientre durante unos 30 segundos.
Se golpea al perro suavemente y a lo largo de la columna vertebral. Se le acaricia a contrapelo hasta la nuca.
Juntar las manos por debajo dJuntar las manos por debajo del vientre del cachorro, cruzando los dedos, y levantandole del suelo durante 30 segundos.
El perro es de carácter dominante, aunque más estable y menos agresivo que en el caso anterior. Carácter muy bueno para guardia y defensa. Sociable aunque requiere trato firme. Puede ser buen perro de compañia en un hogar con adultos, pero menos recomendable si hay niños pequeños.
Perro de carácter muy equilibrado y sociable. No agresivo pero capaz de salir en nuestra defensa. De todas formas no es adecuado para usar como guardián. Como perro de compañía no dará ningún problema.
Muy sumiso y amable. Es muy sensible a las riñas cuando se porta mal. Si se siente agredido puede morder por miedo y luego huir.
Perro de carácter independiente, poco dispuesto a la convivencia con las personas. De cachorro será dificil de criar y educar. Con el tiempo pueden volverse feroces para mantener su independencia, y morder si les riñen. Con un perro así hay que evitar todo contacto con niños.