Cuando los animales se encuentran cada vez más cerca del apareamiento, se encuentran bajo la influencia de tres factores: Atracción sexual, temor y agresión. Algunas veces el temor está en su máximo punto, y los animales efectúan movimientos rápidos de retirada, en contraposición a esto se dan también movimientos atrevidos de aproximación que demuestran un fuerte deseo sexual. Tanto como el animal se acerca, puede haber expresiones súbitas de agresión, inducida por la mera aproximación de un extraño. Los tres factores luchan entre si, como bandas elásticas atrayendo y empujando a los perros en diferentes direcciones, actuando como si tratara de escapar y al mismo tiempo a punto de lanzar un ataque, deseando estar quieto en su lugar y manteniendo cierta agresividad para tener “a raya” al otro perro. Se puede observar la ambivalencia del animal balanceando la cabeza hacia atrás y hacia delante comunicando “estoy quieto, estoy yendo”.
Esta visible ambivalencia ha sido reutilizada a través de millones de años de evolución, hasta que finalmente los movimientos de hacia atrás-hacia delante, huir-aproximarse se ha convertido en elaboradas exhibiciones estereotipadas. Con la cruza potencial, estas demostraciones prueban que el ejecutante está en extrema agitación y que el hecho de permanecer es mas de índole de instinto sexual que de índole agresivo. Una vez que el temor y la agresión están neutralizados, la excitación puede ganar en esta guerra de emociones, permitiendo a la pareja estar lo suficientemente cerca para copular.
Sorprendentemente estas demostraciones ayudan a que se fusione el espermatozoide y el óvulo.
Cada especie tiene sus propias señales especiales, las cuales incluyen inflamación y exaltación de la región genital (como una atrayente invitación), o marcadores químicos incluidos en la orina de la perra, algunas perras marcan el perímetro de su hábitat con estos olores dejando, con estas feromonos una carta de que tan cerca se encuentra del estro. Incluso cuando una perra se encuentra ya en estro, ella tiene buenas razones para tomarse su tiempo antes de la cruza. Cuando el macho hace su mejor esfuerzo para persuadir, mientras que la hembra evalúa la conveniencia de hacerlo su “socio” sexual. Ciertas cualidades como la superioridad hacia otros machos le puede indicar que es un buen espécimen genético. Debido a la estrecha relación biológica que existe entre el perro y el lobo (clase; mamífero, orden; Carnívoro, familia; Cánideos, genero y especie; Canis lupus, Canis Níger.) se aran constantes referencias al lobo señalando los eventos mas importantes de la conducta tratada en este trabajo, para así contar con una referencia comparativa que proporcione una visión más amplia del tema.
Los lobos viajan en grupo, cazan en grupo y efectúan casi todas sus actividades en compañía de otros lobos. Este es uno de los hechos más importantes que se ha aprendido acerca de los lobos y que explica de manera clara el tipo de vida de éstos, el grupo ( o jauría ) es la unidad básica en la vida social del lobo y es un grupo familiar, ya que conforman animales relacionados unos con otros por lazos de sangre, afecto y altruismo. El núcleo del grupo es el par de lobos, macho y hembra adultos, que se cruzan y procrean cachorros. Los otros miembros del grupo son hijos; cachorros de dos o tres años de edad. La mayoría de los grupos de lobos contienen de 6 a 7 miembros, aunque puede llegar a 15.
De manera diferente al perro doméstico que tiene generalmente dos periodos de estro al año, el lobo sólo presenta uno u éste está determinado por la estación de tal manera que los cachorros de lobo nazcan en la primavera, cuando la comida es abundante.
Como otras actividades, la cruza y cría de los lobos involucra al grupo entero, estos grupos pueden contener animales maduros e inmaduros de ambos sexos y si bien no todas las lobas producen cachorros, éstas los consienten, alimentan y cuidan. Las ventajas de que el grupo cuide a los cachorros es obvia.
El deseo de cruza no se presenta en los lobos hasta alrededor de los 22 meses de edad. El Departamento de caza y pesca de Alaska, examino el tracto reproductivo de 246 lobas en Alaska, de aproximadamente 22 meses de edad ( 170 ) que fueron revisadas se encontraron gestantes, en los machos también a los 22 meses de edad son fértiles.
El cortejo y las cruzas en los lobos están íntimamente relacionados con animales de su misma edad dentro del grupo. Muchas cruzas pueden tener lugar entre animales de la misma familia, ejemplo; entre hermanos de camada o entre padres e hijos, así, de cierta manera el cortejo es continuo durante todo el año. ( Crisier, 1958 ) Mech, encontro lazos fuertes da afecto entre una hembra “mansa” y su macho con quien tuvo una camada hasta que la cría tenia alrededor de un año de vida. En esta época se desarrollo un “triangulo” entre la hembra “mansa” una hembra silvestre y el macho; dicha hembra silvestre comenzó a cortejar al macho y finalmente mató a la hembra “mansa”, esto paso medio año antes de la temporada de cruza.
Antes de que las hembras de lobo entren en celo, el comportamiento afectivo entre los diferentes sexos consiste principalmente en contacto físico frotándose la cabeza y la nariz. Este comportamiento continua hasta el periodo de apareamiento, pero aquí se aumenta en el macho el olfateo y lamido de los genitales de la hembra, aumentando de esta manera la excitación en el macho. ( Rabb G. Mech ) que estudió el cortejo y cruza en los lobos para Sociedad Zoológica de Chicago, en el Zoológico de Brookfield, describe el comportamiento de cortejo del macho justo antes de la cruza como sigue: “ El macho principia la danza alrededor de la hembra, bajando los miembros delanteros como un perro juguetón y moviendo la cola, el también puede mordisquear la cara, orejas, espalda, sube y baja de la perra jugando, posteriormente la trata de montar por detrás”. El cortejo también es por el lado de la hembra. Ella se aproxima al macho y coloca sus miembros delanteros, cuello o cabeza sobre los hombros del macho, o bien se presenta hacia el macho mostrando una actitud sumisa, levantando la cola y mostrando los genitales, Schenkel y Mech describen este procedimiento en detalle; “ con la cola levantada, la hembra alfa en celo se mueve en danza invitante, mientras gimotea o “canta” delicadamente y mueve sus genitales con movimiento pendular”.
Si bien durante la época de cruzas muchos cortejos se suscitan, solo algunos intentos terminan en copula. De 1296 acciones de cortejo observados en el grupo de lobos en el zoológico de Brokfield, de 1963 a 1966, sólo treinta y uno ( 2.4 % ) resultaron en uniones copulatorias.
Cuando una hembra decide frustrar los intentos de copula de un macho, ésta mete la cola entre los miembros posteriores e incluso se sienta. Esto puede significar que no esta totalmente en estro. Si la hembra esta totalmente receptiva y acepta el cortejo del macho, ella se para firmemente y coloca la cola de lado, exponiendo la vulva.
El cortejo entre los lobos y los perros es exactamente igual, siempre y cuando a los perros se le permita desarrollar el comportamiento normal, sin la intervención del ser humano, de hecho muchos perros que crecen juntos la perra no acepta la monta y sin embargo acepta la monta del perro callejero que pasa por su territorio, en este caso la perra acepta al otro perro por situaciones de dominancia, si la perra es alfa y el perro con el que vive es jerárquicamente inferior no importa que sea campeón de belleza si no lo acepta como alfa no se dejara montar.