La agresión inducida por miedo se puede presentar tanto en hembras como en machos enteros o gonadectomizados, y perros de todas las edades.
Frecuentemente la agresión por miedo puede estar dirigida hacia personas especificas como pueden ser niños, hombres adultos, personas uniformadas o simplemente a todos los extraños. Pudo haber ocurrido algún incidente en el pasado en el que el perro fue lastimado por alguien por lo que el perro desarrollo un miedo hacia estas personas, para arreglárselas con este miedo el paciente ha instrumentado una serie de actitudes de amenaza las cueles pueden implicar expresiones faciales, vocalizaciones como el gruñido o intentar morder cuando se aproximan a él; si por alguna razón este intento cesa de ser efectivo puede recurrir a una mordida y esto puede cambiar con el tiempo si es que la mordida fue efectiva, desarrollando un nivel mayor de efectividad.
La “mordida” por miedo puede ser desconcertante, además de existir una responsabilidad civil para el dueño, muchas de las historias indican que el paciente mordió cuando se encontraba sujetado por una correa, esto probablemente da seguridad a nuestro paciente, ó cuando se siente amenazado al invadir su espacio vital. Los blancos de su agresión son los estímulos que le provoca miedo, la agresión es defensiva mas que ofensiva. El miedo que provoca la agresión puede generalizarse, por ejemplo un extraño con barba a todos los extraños con barba, otro ejemplo podría ser el perro que es sacado debajo de la cama por la fuerza y generalizarse a todas las ocasiones en que pretenden sujetarlo. En algunas ocasiones es difícil para el dueño identificar cual es el estimulo especifico que provoca la agresión por lo que el dueño puede describir esta agresión como “impredecible”.
Inicialmente el comportamiento puede ser el de intentar morder o gruñir hasta escapar, finalmente las vocalizaciones pueden ser ladridos hasta gruñir, la frecuencia como el volumen se incrementan con el tiempo así como la cercanía que le produce miedo, este comportamiento puede variar desde intentos de morder a mordidas y ataques, en muchas ocasiones este ataque puede estar acompañado por descargas de orina y excremento, la postura corporal y las expresiones faciales son usualmente consistentes con expresiones de temor, el cuerpo y la cabeza baja, la cola escondida entre las patas, piloerección, las orejas se pliegan hacia atrás y los belfos retraídos horizontalmente ( o alterándolos horizontalmente y verticalmente) en gruñido. Una historia detallada del caso es esencial tanto para un diagnostico certero como para un plan terapéutico efectivo. Debe incluir descripción de las posturas, expresiones faciales y vocalizaciones, descripción detallada de los estímulos que provocan la agresión, por ejemplo; ¿Bajo que circunstancia?, ¿Quién fue amenazado por el perro?, ¿Dónde y cuando sucedió el incidente?, ¿Quién estaba presente?, ¿Dónde se encontraba el perro en relación a la persona agredida? (por ejemplo entre el dueño y la persona agredida), ¿ Cual fue la respuesta del dueño?(el dueño le hablo con fuerza con el animo de calmarlo, y por consecuencia, de manera reforzó el comportamiento agresivo), ¿Cómo interpreta el dueño el comportamiento agresivo del perro?(el dueño puede creer que el perro lo protege cuando amenaza a extraños?, ¿en donde adquirió el perro y a que edad?
Un patrón que identifique o aísle el estimulo es de vital importancia para el diagnostico y determinación del estimulo que ocasiona la agresión, de esta forma podemos de alguna manera predecir el antes comportamiento impredecible, e implementar una terapia adecuada.
Para determinar la clase de comportamiento agresivo que está manifestando, es necesario preguntar al dueño que describa la situación y la secuencia exacta del último episodio agresivo, no solo preguntar como se veía el perro o que hizo éste, sino también saber que hizo la persona amenazada, en donde tomo lugar la agresión, y cuando paso, también será de utilidad conocer los detalles del primer episodio agresivo, el patrón por lo general se revela por si mismo, por ejemplo , el perro es solo agresivo hacia los niños o hacia las personas uniformadas, hacia hombres o cuando alguien se le aproxima o pretende acariciarlo. Cuando se tiene la historia completa se puede identificar el estimulo que provoca la agresión, también se sabrá si esta agresión tiende a generalizarse, por ejemplo, primero solo mordía a su dueño, un niño de tres años de edad y ahora es aprensivo con todos los niños, el mismo ejemplo se puede dar cuando era sacado de debajo de la mesa y ahora es agresivo siempre que se pretende sujetarlo, los miedos o fobias siempre tienen como origen ya sea alteraciones ontogénicas, en donde el desarrollo conductual tubo alteraciones y esto esta causando sicopatología en la vida adulta, o provocado por traumas en la vida adulta, estos comportamiento por miedo pueden ser reducidos utilizando técnicas de Contracondicionamiento, desensibilización sistemática, y por ultimo farmacoterapia.
Conductualmente existen dos modalidades básicas de tratamiento 1. - Contracondicionamiento y desensibilización sistemática y 2. - implosión. El Contracondicionamiento y Desensibilización son técnicas que se usan en conjunto una con otra, estas técnicas usadas de esa forma son muy efectivas para tratar una gran variedad de comportamiento temeroso en perros, con pocas contraindicaciones, la Desensibilización reduce los temores en forma gradual a través de una exposición sistemática a los estímulos que provocan temor bajo condiciones que son planeadas para minimizar el temor.
El Contracondicionamiento involucra condicionar al paciente para que se emita en una respuesta incompatible con la respuesta temerosa. La efectividad de estos procedimientos ha sido demostrada en una variedad de circunstancias, y para una variedad de problemas, estas técnicas han sido probadas en la producción y tratamiento de temor en animales de laboratorio. Estas técnicas son muy útiles en el tratamiento de miedos y fobias que son claramente identificados y que pueden ser ordenados en jerarquías o con gradientes, no se conoce contraindicaciones para estas técnicas.
La implosión es un método para reducir miedos exponiendo al sujeto a situaciones que le evocan ansiedad, previniendo que evite el estimulo que le provoca miedo. El estimulo no es retirado sino hasta que la respuesta de miedo se aminora, siendo lo opuesto a la aproximación de la Desensibilización sistemática, el uso de la implosión para tratar la agresión inducida por miedo es más limitado que la Desensibilización sistemática, una aplicación inapropiada o no supervisada en el uso de la implosión puede provocar problemas más profundos y duraderos de temor, y además requiere de una mayor cantidad de tiempo. Pudiendo parecer menos tediosa que la Desensibilización sistemática, la implosión es más efectiva cuando todas las condiciones siguientes se reúnen:
A) Miedos generalizados.
B) Muestra de agresividad que se ha presentado recientemente y de baja intensidad.
C) Que el perro no tema a su dueño.
D) Que el caso indique que lo que provoca el miedo sea una Sociabilización inadecuada, o factores del medio ambiente más que una predisposición genética.
El castigo ha sido usado para frenar el comportamiento, si el castigo es lo suficientemente severo y se aplica de manera consistente, se puede suponer que el paciente detendrá su comportamiento agresivo para evitar el castigo, si bien, en algunos casos el castigo puede reducir la presentación de la agresividad, no reduce el temor que causa dicha agresión, por lo que el castigo no es recomendado pata el tratamiento para este tipo de agresión.
En el Contracondicionamiento se busca que el perro responda de una manera que sea físicamente incompatible con la respuesta agresiva por miedo, por ejemplo, esta respuesta incluye posturas, expresiones faciales y vocalizaciones incompatibles con el temor y la agresión, por ejemplo, un quieto sentado con las orejas paradas y hacia delante, con buena atención y sin gruñir es una buena postura, esta postura es incompatible con la agresión, la posición de quieto sentado previene que el perro huya o se esconda detrás de su dueño buscando protección, es importante que el permanezca sentado, para lograrlo se le premia con algún alimento que sea irresistible para el perro, además un perro con hambre participa mas que un perro recién comido, el alimento se ofrece ya que para perros que presentan problemas fóbicos o inducidos por miedo el recompensarlo con la voz no es suficiente, en el Contracondicionamiento la recompensa debe ser lo suficiente fuerte para contrarrestar el efecto del estimulo que provoca el miedo, se insiste que la comida es una buena herramienta en este tipo de técnicas, ya que el quieto sentado haya sido perfeccionado, se recomienda incrementar las sesiones por día, estas pueden variar dependiendo del perro de díez a veinte repeticiones por sesión, tres o cuatro veces al día, cuidar que el perro no sea aburra, poco a poco se incrementa el tiempo en que se deja sentado al perro, de igual forma se aumenta la distancia entre el manejador (propietario), y el perro, ya logrado esto se le presenta al perro el estimulo que le produce miedo, primero a una distancia alejada y solo durante unos segundos, conforme pasa el tiempo de la terapia el objeto que provoca miedo (puede ser una persona, objetos, etc. ), los programas de desensibilización y Contracondicionamiento deben ser diseñados de manera individual en cada perro.
El tipo de terapia de implosión en perros en donde los estímulos que provocan miedos son moderados, sin permitir que el perro pueda huir o evitar el estimulo, las sesiones no terminan hasta que la respuesta de miedo ha disminuido.
La función conservadora de las especies es mucho mas evidente en los combates entre especies diferentes que en la agresión intra especifica. La influencia reciproca de la evolución de las especies nos da uno de los mejores ejemplos de adaptación lograda por la presión selectiva de determinada función. Los motivos que determinan el comportamiento de un cazador en su interior son fundamentalmente diferentes de los del combatiente. El perro que asecha lleno de pasión cinegética contra el conejo o la liebre tiene exactamente la misma expresión alegre y atenta que cuando saluda a su amo.
Esta clasificación se refiere a la tendencia natural de los carnívoros de matar animales para comer. Nosotros de alguna manera modelamos este comportamiento buscando líneas que desarrollen un excelente trabajo en la casería. Los problemas pueden surgir cuando éste comportamiento depredador está dirigido hacia gallinas, gatos, ovejas, o el poodle del vecino. La agresión depredadora, no involucra gruñidos como advertencia por lo que difiere de otros tipos de agresión, ya que no implica amenaza.
En éste tipo de agresión el perro persigue o ataca animales o personas como si fueran sus presas que se encontrarían en estado natural. Las victimas son atrapadas y algunas veces comidas, las victimas por este tipo de agresión son heridas por mordidas (que usualmente se presentan en glúteos, pantorrillas o tobillos) o dañadas por traumatismos con objetos como automóviles cuando tratan de escapar o son sorprendidos por un perro que se encuentra al acecho detrás de alguna reja. El ataque depredador involucra acecho, persecución, asalto, mordida o combinación de estas conductas. Comúnmente es dirigida a cosas que se mueven, ya sean humanos, animales o incluso maquinas, la persecución y la mordida, el estimulo que frecuentemente desencadena el ataque depredador hacia las personas, animales u objetos es movimiento rápido ( por ejemplo, bicicletas, vehículos en movimiento o correr), movimientos inusuales como llantos o ruidos, por ejemplo, gritos de pánico o juego).
De hecho algunas razas de perros se seleccionan por su tendencia a perseguir o acechar a su presa y por ultimo capturarla y matarla. Se destacan entre esas razas los terriers, Dachshunds y varias razas de perros de caza, no es de extrañarse que perros de compañía ocasionalmente presenten esa tendencia ancestral genéticamente transmitida.
Los perros en grupo o bien en forma solitaria pueden efectuar ataques depredadores, en muchas ocasiones los perros en jauría atacan o persisten en atacar en situaciones en las cuales un perro solitario no se atrevería, esto se debe al comportamiento alelomimético. Los perros regularmente cazan en grupos de la misma manera que lo practican las jaurías de lobos, ellos los perros lo hacen con o sin compañía humana, los perros también poseen habilidades de coordinación social que los capacita para infligir grandes daños, mas que si lo hicieran de manera individual. Perros que han realizado ataques solitarios en donde estos han sido de consideración e incluso han dado muerte a la victima ( en especial si este es un niño) generalmente tiene antecedentes de practicar la cacería de pequeños mamíferos como ratones, ratas conejos, o reptiles como lagartijas. Ellos saltas efectuando movimientos sutiles, atacado a su presa (victima) ya sea de una sola mordida y en otras ocasiones sacudiéndola hasta morir.
La agresión depredadora se presenta en perros machos y hembras de todas las edades, los perros son cazadores competitivos entre si por instinto, cuando se encuentran en grupos bien sociabilizados y jerarquizados trabajan en grupo. Debido a que muchos animales susceptibles de ser cazados son grandes el vivir y cazar en grupo era ventajoso para la supervivencia, amas características antes mencionadas fueron factores importantes en la domesticación ya que los perros ayudaban a cazar a los humanos al mismo tiempo de ofrecer compañía y protección en contra de otros animales o grupos étnicos, es por esto que el hombre ha criado y seleccionado desde hace mas de 10, 000 años a perros que les han servido con este fin, de hecho en la crianza se han producido modificaciones en el comportamiento en donde se inhibe el consumo de la presa, pero se estimula el comportamiento de persecución, la muestra y el cobro de las presas.
En muchas ocasiones los propietarios de perros entrenan de manera inadvertida a sus animales para matar, por ejemplo, incitar a sus perros (algunas veces por juego ) a perseguir gatos o perros callejeros, sin embargo se horrorizan cuando su perro trae al gato o el Poodle del vecino en el hocico, algunos otros perros viven en circunstancias en donde son otros animales quienes los “entrenan” para volverse cazadores, los gatos se sientan en una barda o techos, lejos del alcance del perro, provocándolos, frustrando al depredador, hasta que un día este da alcance a la presa.
El perro que mata a otros animales debe ser diferenciado del perro que pelea, muchos perros que pelean terminan la pelea antes de que alguno salga lastimado, esos ataques raramente el tipo de ataque mostrado por el perro que busca matar a otro animal, el depredador canino que busca matar a otro animal, deliberadamente dirige el ataque hacia lo zona del cuello, entre los hombros y la espalda, o bien en zonas blandas como la garganta, aunque muchas de las peleas entre perros muerden en esa zona, esta se da un vez iniciada la pelea en el perro depredador lo hace al inicio del ataque, el perro que presenta la agresión depredadora comúnmente incluye sacudidas violentas de la victima. Los perros domésticos rara vez comen su presa, aunque la victimas tienden a ser animales pequeños como gallinas u otras aves, mamíferos mas pequeños como gatos , conejo u otros perros, la agresión depredadora se presenta también hacia humanos, tal es el caso del perro que se encuentra escondido al acecho por detrás de una reja, esperando ha que pase “la victima”, el problema es mas severo cuando esa victima es un niño que el perro no necesariamente lo identifica como miembro de su grupo social.
Si el perro agresor come su presa siguiente procedimiento puede ser útil:
- A la carne del tipo de animal que es la presa se le aplica un preparado de cloruro de litio, 3 gramos en 50ml de agua por cada 12 Kg. de peso corporal del perro. Esta carne se cubre con otro pedazo de carne fresca, esto induce al vómito en alrededor de 5 minutos. Seguido de esto expone al perro al animal blanco de los ataques, de preferencia en el sitio de previos ataques, el perro puede evitar activamente al animal o puede atacar, si el perro evita la presa no será necesario un tratamiento posterior, pero si ataca de nuevo se debe preparar otro cebo para el siguiente día, este procedimiento debe seguirse hasta que el perro evite este animal ya sea activa o inactivamente. Este procedimiento puede usarse para presas como gallinas, guajolotes, ovejas y otros tipos de animales de carne, en el caso de que el paciente ataque a su presa solo delante de su dueño es necesario que éstos últimos ganen una posición dominante para que el perro obedezca ordenes cono “ven”, ”sentado”, “quieto”, etc. Sin tener un buen control no es posible obtener resultados, para esto se puede retirar todas las muestras de afecto hacia el perro y debe darse solo cuando el perro responda positivamente, esto debe efectuarse durante varias semanas antes de exponer la presa al perro.
En el caso de que se presente agresión depredadora hacia personas, perros pequeños, o gatos, tenemos la posibilidad de utilizar correas largas condicionando al perro al final del tirón de la correa con una orden de “NO”, o bien la utilización de collares eléctricos (estimulo disruptivos) manejados a control remoto utilizando el mismo patrón de condicionamiento. Los collares de citronela (Multivet M.R.) (Master Plus M. R ). Son dispositivos que tienen un excelente resultado, estos se cargan con aceite de limón y en el momento en que pretenden tacar a la presa se activa vía control remoto este estimulo disruptivo, interrumpe la acción, provocando que el perro asocie el ataque a esa presa con un evento desagradable.
Entre los mamíferos que suelen “pensar con la nariz” no es de sorprenderse que desempeñen un gran papel la demarcación territorial “olfativa”, el territorio lo determinan las circunstancias de la combatividad ya que esta es máxima en el lugar mas familiar, esto es en el lugar donde se sienten mas seguros. A mayor distancia de su “cuartel general” menor es la disposición combatiente y mayor es el efecto de desconocimiento e inquietud. Al acercarse al centro del territorio que el incremento es tal que compensa todas las diferencias de fuerza y tamaño entre los animales adultos y sexualmente maduros de una especie.
Como animal con instinto gremial el perro tiende a defender a los miembros de su grupo así como al área que ocupa él mismo, sin embargo, esto varia por la predisposición genética de raza a proteger, así como el reforzamiento que se haya dado en el aprendizaje. Para mucha gente el papel que juega el perro en la defensa de su casa es de vital importancia, pero para otros dueños la intención no es obtener un perro guardián y para estos la tendencia de protección se puede volver una dificultad. En la agresión territorial, la amenaza (en forma de gruñidos, ladridos o mordidas) se presenta cuando el área de la casa es invadido por extraños, la percepción de esta área difiere de perro a perro, puede ser la casa, el patio, una habitación, un carro o la cuadra del vecindario en donde vive el perro.
Los animales de ambos sexos protegen agresivamente su territorio, se sabe, por un estudio realizado por la Dra. Voith, que la castración tiene poco efecto en disminuir la agresión territorial.
La guardia del territorio puede ser tan extrema que mantenga a parientes y amigos fuera del jardín de la casa. Un perro puede ser perfectamente amigable hacia la gente cuando está lejos de su casa, pero actuar muy agresivamente con esa misma gente cuando se encuentra en su territorio. Generalmente las amenazas son para trabajadores que se encuentran en la calle como el cartero o incluso los médicos veterinarios cuando acudimos a consultas domiciliaras, por lo que se recuerda a los profesionales que son Médicos Veterinarios, no domadores y que es responsabilidad de los propietarios colaborar en el control de estos perros. Este comportamiento territorial se puede reforzar cuando el propietario felicita al perro cuando aleja a la gente.
Szpakowski, reporta un estudio realizado en donde se evaluó 250 casos de personas mordidas que llegaron a la unidad de salud de Guelph, Canadá durante un periodo comprendido entre 1986 –1987, el 60.1 % fueron ataques dentro o cerca de casa de donde vivía el perro, de lo que deducimos que la agresión territorial es directamente proporcional a la proximidad del territorio.
Otro estudio realizado por el Dr. Campbell, reporta que de 1422 dueños que reportaron problemas de comportamiento el 18.1% eran relacionados con agresión territorial.
Si el perro no teme a la gente extraña y es agresivo hacia ella en su territorio, existen dos opciones para tratar el problema, el primero es controlar el comportamiento con la voz o castigándolo manualmente siempre que continúe el comportamiento agresivo después de ordenarse que este quito o sentado y el perro continua siendo agresivo cuando el dueño no esta presente ( esto es lo que mucha gente desea). El uso de dispositivos cargados con citronella (Master Plus M. R.) resultan ser de mucha utilidad en el control de la agresión territorial. La segunda forma es intentar condicionar al perro esté a gusto con la gente que viene de visita. Básicamente el perro es inducido a cambiar su actitud con los extraños por medio de recompensas, esta técnica es similar al Contracondicionamiento, y ha resultado ser exitosa, esta puede consistir en que los miembros de la familia ignoren al perro y no le den atención excepto cuando llegan visitas y cuando éstos están presentes, de esta manera el perro deseara que asistan visitas a su territorio ya que de esta manera recibirán cariño.
Es quizás sorprendente que exista poca conciencia en el comportamiento agresivo dirigido hacia otros perros. Perros que son agresivos con los perros (valga la redundancia) son usualmente amigos con las personas, aparte se da ocasionalmente la agresión depredadora en donde un perro grande puede atacar a otro pequeño, existen dos causas de peleas entre perros, una es la falla de los perros por establecer y mantener una paz regulada por una relación dominante - subordinado. La otra es la tendencia innata de los perros particularmente de los que no se conocen, para entrar en peleas con miembros de su propio sexo. El último problema es especialmente prominente en machos y es denominado como agresión entre machos aunque ocasionalmente encontramos hembras agresivas con otras hembras. El comportamiento agresivo hacia otros perros puede ser una manifestación territorial.
En muchos casos en donde dos perros viven juntos, uno será el dominante y el otro será el subordinado. La dominancia es frecuentemente determinada por quien es más grande, otros factores también influencian, como que perro ha vivido más tiempo en el lugar, la dominancia es expresada y reforzada por expresiones faciales, posiciones corporales y contacto visual. El perro subordinado frecuentemente reconoce estas señales de dominancia y desvía la mirada del perro dominante, baja la cola y asume una posición corporal meno a la que en realidad tiene. Existen suficientes señales sociales para que los perros no peleen, las señales pueden ser sutiles de tal manera que los propietarios pueden no darse cuenta cual de los dos perros es el dominante. Cuando los perros están alrededor del propietario, es la meta de ambos perros obtener la atención del dueño. Debido a su posición el perro dominante espera ser el primero en recibir la atención del propietario. El perro subordinado también posee un fuerte deseo de obtener alguna interacción con el dueño, en muchos casos, el perro dominante le gruñe o amenaza, incluso intenta morder al subordinado para alejarlo. En este punto es donde la expresión de favorecer al “pobrecito perro” entra en escena. Los dueños generalmente castigan al perro que inicio la agresión el cual es, por supuesto, el animal dominante, no toma mucho tiempo al subordinado darse cuenta que la presencia del propietario lo protege del perro dominante, motivo por el cual el subordinado siente que puede tomar la posición dominante e incluso retar al perro líder para tomar la atención y afecto del dueño. Tal acto de “insubordinación” puede llevar a una pelea grave entre ambos perros. El propietario puede actuar de manera equivocada y castigar aún más al perro dominante sacándolo de la casa, esto provoca que el perro dominante esté más resentido y agresivo hacia el subordinado, ya que el líder asocia al otro perro con desplazamiento. Un ejemplo es el de el “síndrome del hermanito nuevo”, en donde una familia posee a un perro, que por lo general es de talla pequeña, cuando este comienza a envejecer, los propietarios deciden adquirir a un nuevo perro, sin pensarlo mucho compran un perro de talla mayor como podría ser un Boxer o un Cobrador de Labrador. Inicialmente el perro viejo es el favorito, es el dominante sobre el cachorro, pero cuando el tiempo pasa y cuando el cachorro madura tendrá una ventaja por el tamaño sobre el perro viejo y finalmente será el dominante, esto provocara un cambio en la relación de jerarquías incluso sin que los dueños lo noten, sin embargo, el perro pequeño notará que en la presencia del dueño el continuara siendo el favorito y tratará de estar por encima del perro grande cada vez que los dueños estén presentes. Entonces el perro grande se vera forzado a atacar al perro viejo en esas circunstancias los dueños se sorprenderán del problema ya que anteriormente los perros se llevaban bien.
Para tratar el problemas es importante que el propietario comprenda que las relaciones sociales entre los perros no pueden ser manejadas de la misma manera que las relaciones sociales humanas. Esto puede evidenciarse por ejemplo, en que es natural para los perros aceptar un papel ya sea dominante o subordinado, y para el perro dominante reforzar regularmente esta posición con gestos de amenaza o castigo físico y para el subordinado responder sumisamente a estos gestos. La aproximación terapéutica involucra determinar cual es el perro dominante, si esto no está claro para el propietario. Los dueños tienen que investigarlo observando a los perros mientras que éstos no perciban que son observados. El animal que toma el hueso, que sube primero al automóvil o que parece controlar los mejores lugares de descanso, es muy probable que sea el dominante. El dueño debe entonces tratar al perro dominante como el animal principal cuando estos son acariciados después de una ausencia. El perro dominante debe tratarse con privilegios que son resultado de su posición dominante, por ejemplo, cuando se sale a caminar con los dos, al perro dominante se le debe colocar primero la correa y sacarlo antes, debido a que los perros intervenían en el pasado el perro subordinado puede tratar de pelear para atraer la atención del dueño cuando este los saluda o en otros momentos de interacción con el dueño, el dominado debe ser aislado o castigado para que no se sienta protegido en la presencia del dueño, en esencia el perro subordinado debe aprender que debe obedecer a las señales del perro dominante así el dueño este ausente o presente, ya que generalmente los perros se llevan bien cuando el dueño no esta presente.
Mantener a los perros separados cuando se presenta este problema no aminora la dificultad, realmente se requiere de la intervención para resolver este problema, por supuesto la pregunta es como poner a los perros juntos sin que se presente una pelea, en algunos casos el colocarles un bozal o el uso de tranquilizantes mientras se resocializan puede ser útil. Se recomienda a los propietarios que no jueguen con los perros mientras se inicia la terapia para no excitarlos en relación a la atención al dueño.
Este tipo de agresión es la única justificación que se tiene de agresión para utilizar la gonadectomía del macho dominado remarcando que existe solo un 60% de efectividad en los resultados.
En el caso de las peleas con perros extraños, muchos perros son indiferentes a los perros extraños o interactúan rápidamente entre ellos para establecer entre ellos, al menos temporalmente una relación dominante/subordinado, algunos perros reaccionan inmediatamente a los perros extraños con peleas. La castración también esta indicada en este caso ya que esto provocara una menor estimulación de la testosterona así como un cambio en el olor de los machos y por lo tanto un estimulo menos provocativo para otros machos.
En general éste tipo de agresión se presenta como una respuesta a un estimulo doloroso. La autoproteccion contra el dolor es una inclinación natural de los seres del reino animal. En el campo clínico nosotros podemos ver este tipo de agresión cuando el paciente sufre un dolor localizado y gruñe o intenta morder si es tocado cerca del área dolorosa. Los signos más comunes de agresión inducida por dolor, son cuando el perro agrede cuando la región especifica del cuerpo es tocada o manipulada. Si la existencia de un cuerpo extraño molesta o un proceso inflamatorio no es obvio, la aproximación usual es el uso de placas radiográficas u otras pruebas diagnosticas que revelen la causa del dolor. Después de que la causa del dolor ha sido resuelta médicamente y el perro sigue actuando agresivamente cuando se le toca o maneja el área, el comportamiento puede ser visto como una respuesta condicionada, la cual es susceptible a una terapia de comportamiento. Es importante que los médicos veterinarios tomemos conciencia que el dolor es controlable y que existe hoy, ya entrados en el siglo XXI, con todo un arsenal de analgésicos narcóticos y no narcóticos, desinflamatorios no esteroidales, etcétera a nuestra disposición para evitarles innecesarias.
En este caso, que es obvio retirar la fuente de dolor antes de esperar algún progreso en el comportamiento agresivo. Una vez que el dolor no este presente, el tratamiento indicado es una Desensibilización sistemática más que un Contracondicionamiento. El grado de Desensibilización puede principiar tocando ligeramente al paciente sobre el área y dando golosinas cada vez que esto se efectúe, después un par de sesiones diarias para que el dueño pueda tocar al perro. Otra técnica puede ser acariciar al paciente acercando gradualmente las caricias hacia al área anteriormente afectada. El tiempo utilizado en esta técnica puede ser de dos semanas o mas, el uso de tranquilizantes puede disminuir este periodo de tiempo, si la respuesta condicionada se elimina con la droga el dueño debe manejar al perro frecuentemente en el área afectada recompensándolo, la dosis del tranquilizante es gradualmente reducida en las próximas dos semanas. Las similitudes en los tratamiento en la agresión por dolor y por miedo, son apreciables, ambas requieren de un proceso de Desensibilización sistemática.
Este tipo de comportamiento agresivo esta caracterizado, por ataques viciosos impredecibles y no provocados hacia la gente que el perro conoce bien. Los ataques son pocos, frecuentemente espaciados por un mes o más. Hay evidencia de predisposición genética hacia este comportamiento, así como también la inflamación subclínica del cerebro. Cualquiera que se proponga tratar este comportamiento se encara con el problema de interpretar la efectividad del tratamiento ya que los episodios de comportamiento agresivo pueden ocurrir con intervalos de tiempo no predeterminados, como saber si la droga o el programa de condicionamiento es efectivo, hasta que sienta que otro ataque va a ocurrir ya que el perro actúa normal en los intervalos de tiempo, desgraciadamente no podemos controlar la eficacia del comportamiento día con día como se hace en los casos de otros comportamientos agresivos. Debido a que la presentación de la agresión es inexplicable y el tratamiento es altamente difícil de manejar, este es el único comportamiento agresivo en que la eutanasia es claramente recomendada.
Es el caso del perro que el dueño describe como usualmente amigable, afectuosos y bien portado, el propietario se encuentra asombrado por los ataques del perro sin una razón explicable, repentinamente ataca a miembros de la familia o amigos. El comportamiento es claramente no provocado e impredecible ya que este no avisa o si existe aviso es mínimo y la agresión puede ser dirigido a cualquier parte del cuerpo. La Dra. Beaver en su articulo, sobre clasificación clínica de la agresión canina, describe que los propietarios de estos perros reportan que antes del ataque , el perro parece no reconocer a la gente de la familia e incluso presenta una mirada “vidriosa” y distante. Después del ataque algunos perros se encuentran sojuzgados, mientras que otros no parecen darse cuenta de lo que paso. Entre las razas que se ha reportado este comportamiento están el San Bernardo, Doberman, Bernes de la Montaña y Pastor Alemán. Los ataques inicialmente parecen ocurrir esporádicamente, probablemente con un mes entre uno y otro. Cuando se presentan más frecuentemente los dueños buscan ayuda profesional. Un estimulo provocado que es mencionado, es que cuando se da una orden de manera amigable o muy calmada provoca la agresión, cabe mencionar que estos perros reciben ordenes frecuentemente por lo que la agresión relacionada a la posición dominante estría descartada, en el examen clínico los pacientes no muestran signos de anormalidades clínicas. En algunos casos en donde se ha aplicado la eutanasia el examen del cerebro no ha revelado evidencia de alguna patología evidente en el sistema nervioso u otros órganos y sistemas. En exámenes microscópicos se ha observado un grado medio de encefalitis en estos pacientes (Hart, L. B.: Canine and Feline behavioral therapy).
El mejor consejo al dueño en interés de su propia seguridad y la de otros, es que el perro debe ser sacrificado humanitariamente, algunos dueños particularmente los que poseen perros de talla pequeña pueden insistir en un tratamiento. Con base en que esta forma de comportamiento agresivo puede reflejar la presentación de una actividad neuronal anormal algunos clínicos han encontrado que las drogas anticonvulcivas como la primidona, fenobarbital o difenilhidanteon, pueden ser útiles en el control de estos ataques agresivos, pero hay problemas en intentar el tratamiento de una conducta que se presenta sin una cierta frecuencia de presentación, ya que mucha gente puede ser afectada mientras el tratamiento se puede evaluar.
Una de las cirugías mas frecuentemente efectuada en las clínicas veterinarias son las que involucran remoción de los testículos en los machos y ovarios en las hembras, las hormonas de los ovarios y los testículos tienen un pronunciado efecto sobre el comportamiento y estas cirugías intentan con mucha frecuencia la modificación del comportamiento en perros que tienden a escapar de casa para recorrer el territorio, ya sea para marcarlo con heces fecales u orina o en busca de alguna hembra, para controlar la diseminación de orina en casa, evitar peleas. La ovario histerectomía es rutinariamente realizada no solo para prevenir la gestación, sino también evitar en las perras el comportamiento de estro. En los machos se practica la orquiectomía en un intento de evitar el comportamiento de monta (movimientos copulatorios ) hacia la gente. Diversas instituciones han propuesto estas técnicas para evitar la sobrepoblación canina, desafortunadamente en México, como en otros países latinoamericanos la cultura de la esterilización de perros es muy pobre.
Los patrones de comportamiento de los machos que son frecuentemente sexualmente dimórficos son usualmente reducidos posterior a la gonadectomía, si bien la testosterona es la hormona masculina mas importante en lo que se refiere a influencia el comportamiento, también participa la andosterona que influencia en menor medida. Ambos andrógenos son producidas por la células intersticiales (células de Leydig) en los testículos. Cuando se gonadectomiza a un perro macho adulto, todos los patrones de comportamiento dependientes de la testosterona continúan mostrándose por periodos de hasta nueve meses posteriores a la cirugía, esto se debe a que los niveles plasmáticos de testosterona se mantienen hasta por seis meses en la circulación sanguínea. En los animales de laboratorio se sabe que existe un breve aumento de secreción de testosterona en los machos un momento después del nacimiento, lo cual es importante para el desarrollo, esta elevación sensibiliza ciertos sistemas y órganos a los efectos de post-pubertad de la secreción de testosterona. La testosterona en el desarrollo de feto macho tiene efecto aparente sobre el SNC y esto induce a que el animal muestre un comportamiento típico de macho una vez que alcanza la pubertad y el cerebro es nuevamente influido por la secreción de testosterona post pubertad. Los andrógenos que se producen en edad adulta tienen influencias morfológicas, fisiológicas y en el comportamiento. El mantenimiento de procesos anabólicos en algunos grupos de músculos mayores, algunos metabolismos de enzimas hepáticas son influenciados por la castración.
En los perros adultos los patrones de comportamiento que son alterados por la castración son aquellos que son sexualmente dimórficos. En los perros incluye la agresión hacia otros machos, marcaje territorial, comportamiento copulatorio hacia otros perros o hacia la gente, el escape para recorrer su territorio.
Los diferentes tipos de agresión en donde la castración parece tener mas efecto es en la pelea entre perros con una eficiencia aproximada del 60 % de los casos por lo que se presenta peleas entre perros, en el caso de los problemas de comportamiento como agresión relacionada a la posición dominante, agresión territorial tiene poco efecto y en el caso de agresión por miedo, así como agresión secundaria a procesos dolorosos el efecto es nulo.
En las hembras las hormonas; estrógenos y progesterona, son de importancia primaria en el comportamiento de las hembras, los estrógenos son producidos por el desarrollo del folículo de Graff y alcanza su pico de secreción justo antes de la presentación del estro, la secreción de estrógenos es controlada principalmente por las gonadotropinas que provienen de la pituitaria anterior, los cambios en el comportamiento sexual debido a la secreción de estrógenos, son el incremento de la atracción hacia los machos y un comportamiento receptivo en respuesta a los avances sexuales del macho. En un estudio donde se tomaron datos sobre la edad, número de gestaciones, edad en la que fue adquirida, etcétera, y se cubrieron las siguientes áreas: Agresión hacia los dueños, agresión hacia visitas y agresión hacia otros perros, así como nivel de actividad, miedos, fobias, reacciones de separación del dueño, escapes territoriales, comportamiento trófico, se tomo un grupo control y en uno de perras a las cuales se les practico ovariohisterectomía, no se encontró evidencia que esta, la cirugía tuviera algún efecto sobre el comportamiento agresivo, e incluso según O´Farrel en su articulo, Behavioral effects of ovariohisterectomy on biches, las perras a las que se les practico la cirugía presentaban mayor agresión territorial.